Reencuentros de curso
Desde que salimos del colegio, he mantenido contacto frecuente con algunos ex-compañeros y, de vez en cuando, organizamos una reunión. En un principio, estas reuniones pretendían ser multitudinarias y yo mismo me involucraba bastante enviando correos y haciendo llamados para que todos los compañeros se motivaran a asistir. Sin embargo, al final, no llegábamos más de 17 o 18 giles (de 45 que eramos en los viejos tiempos).
Al final, personalmente, me aburrí y opté por reuniones intencionadamente pequeñas, con los más cercanos, de modo que le perdí la pista a varios.
En las vacaciones de invierno se hizo otra reunión, a la cual asistieron algunos de los compañeros que no veía desde hace tiempo. Además, en otras instancias me he encontrado con otros tantos (en el bus, en la calle, incluso en una peña folklórica)... un segundo semestre de reencuentros.
¡Increíble ver cómo estamos hoy!
Algunos(as) no han cambiado nada físicamente, pero el paso del los años se refleja en su forma de desenvolverse.
Algunas de las compañeras "piola" hoy parecen sex symbol y algunas que solían creerse sex symbol hoy apenas entran en sus pantalones. Los "atléticos" hoy tienen algo de ponchera.
Otras(as) se jactan de sus experiencias con el alcohol y de las patéticas consecuencias de sus excesos. Una ríe por que sus amigos le han puesto un apodo, alterando su nombre y haciéndolo sonar como una bebida alcohólica típica chilena.
Unos se revientan física y mentalmente para sacar una carrera universitaria, mientras otros dilapidan el dinero de sus papitos en continuos carretes.
¿Yo? Estoy algo más panzón y pechugón, mi frente se ha ampliado y ahora suelo usar barba. Por lo demás sigo siendo el mismo. Preocupado de rendir y malo para los locales nocturnos. Me carga bailar.
Haciendo rodar a canito por un barranco dentro de un neumático.
La reunión hecha en las vacaciones de invierno partió en la casa de uno de los compañeros y culminó, justamente, en un local nocturno conocido en San Antonio: el 9mm.
"Ah, que bien. Hay harta gente", escucho cerca de la entrada. Qué irónico que el atochamiento de gente, cosa que dentro de una micro o el metro es desastrosa (es una de las grandes críticas al transantiago), dentro de una disco o un pub sea un gran ambiente.
Luego tuve que hacer el empeño. No puedo decir que bailé contra mi voluntad pues, de ser así, mejor sería no haber ido. Sin embargo, tampoco creo que mi sentimiento fuera precisamente el de felicidad por estar allí. Es que de verdad no le encuentro la gracia al hecho de estar apretado dentro de un recinto minúsculo intentando moverse al ritmo de una música tan imbécil como "el baile del koala" o cualquier reggetón, hasta quedar sofocado por la falta de aire del lugar. Aún así, en general, rescato el hecho de haber compartido con los viejos compañeros y amigos del colegio.
Antes de ayer, nos juntamos unos pocos a celebrar el cumpleaños de un amigo en mi casa. Algunos de los hombres presentes se fueron temprano en busca de "chicas fáciles". Las mujeres que asistieron y el resto de hombres nos quedamos tomando algo, viendo videos musicales, conversando y, sobre todo riendo. Creo que las mejores reuniones son esas... en las que puedes conversar sin gritar y se puede echar la talla.
En las vacaciones de invierno se hizo otra reunión, a la cual asistieron algunos de los compañeros que no veía desde hace tiempo. Además, en otras instancias me he encontrado con otros tantos (en el bus, en la calle, incluso en una peña folklórica)... un segundo semestre de reencuentros.
¡Increíble ver cómo estamos hoy!
El profesor jefe, imitando a 2001: Odisea del espacio.
Algunos(as) no han cambiado nada físicamente, pero el paso del los años se refleja en su forma de desenvolverse.
Algunas de las compañeras "piola" hoy parecen sex symbol y algunas que solían creerse sex symbol hoy apenas entran en sus pantalones. Los "atléticos" hoy tienen algo de ponchera.
Otras(as) se jactan de sus experiencias con el alcohol y de las patéticas consecuencias de sus excesos. Una ríe por que sus amigos le han puesto un apodo, alterando su nombre y haciéndolo sonar como una bebida alcohólica típica chilena.
Unos se revientan física y mentalmente para sacar una carrera universitaria, mientras otros dilapidan el dinero de sus papitos en continuos carretes.
¿Yo? Estoy algo más panzón y pechugón, mi frente se ha ampliado y ahora suelo usar barba. Por lo demás sigo siendo el mismo. Preocupado de rendir y malo para los locales nocturnos. Me carga bailar.
Haciendo rodar a canito por un barranco dentro de un neumático.
La reunión hecha en las vacaciones de invierno partió en la casa de uno de los compañeros y culminó, justamente, en un local nocturno conocido en San Antonio: el 9mm.
"Ah, que bien. Hay harta gente", escucho cerca de la entrada. Qué irónico que el atochamiento de gente, cosa que dentro de una micro o el metro es desastrosa (es una de las grandes críticas al transantiago), dentro de una disco o un pub sea un gran ambiente.
Luego tuve que hacer el empeño. No puedo decir que bailé contra mi voluntad pues, de ser así, mejor sería no haber ido. Sin embargo, tampoco creo que mi sentimiento fuera precisamente el de felicidad por estar allí. Es que de verdad no le encuentro la gracia al hecho de estar apretado dentro de un recinto minúsculo intentando moverse al ritmo de una música tan imbécil como "el baile del koala" o cualquier reggetón, hasta quedar sofocado por la falta de aire del lugar. Aún así, en general, rescato el hecho de haber compartido con los viejos compañeros y amigos del colegio.
Antes de ayer, nos juntamos unos pocos a celebrar el cumpleaños de un amigo en mi casa. Algunos de los hombres presentes se fueron temprano en busca de "chicas fáciles". Las mujeres que asistieron y el resto de hombres nos quedamos tomando algo, viendo videos musicales, conversando y, sobre todo riendo. Creo que las mejores reuniones son esas... en las que puedes conversar sin gritar y se puede echar la talla.
2 comentarios:
"Algunas de las compañeras "piola" hoy parecen..."
no me reconocí en ese párrafo, en realidad reconocí a pocos... ¿quién es quién? (q se moje el potito :P)
seré la q se agota por sacar una carrera universitaria? o la q se jacta de sus experiencias con el alcohol? (si no soy tan borracha, sólo andaba con sed XD ).
Tampoco me gusta ir a "locales nocturnos", no se puede hablar y mis ventajas comparativas no están precisamente en el baile... x eso esa vez partí pa otro lado jeje
Son entretenidas las juntas con los amigos del colegio, y al final es mejor juntarse con los q realmente quieres ver.
saludos!
Jajaja, en que grupillo toy?, mejor ni pensar en tu clasificacion, jaja. Mmm, digamos que la foto-curso no me favorece xD, pero en fin, es lo que hay :P...
Y sip, las juntas memorables me parecen las que te dejan compartir mas tranqui, como viendo videos de los exitos de los 80´s, jaja. Aunque igual reconozco que me divierte el dance de vez en cuando, ajaja, yap, no more...ciauuu!
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